A sus 31 años, Jenrry Mejía aún no está listo para dejar de aspirar a volver a lanzar a nivel de Grandes Ligas, algo que parecía casi imposible en la primavera del 2016, cuando el derecho dominicano fue suspendido de por vida por MLB tras una tercera prueba positiva por sustancias prohibidas.
Sin embargo, Mejía fue reinstalado por dicha entidad en el 2018 y, tras una temporada de liga menor en el sistema de los Medias Rojas en el 2019 que produjo resultados mixtos sobre la lomita, el diestro tiene la misión de recibir otra oportunidad con un equipo de las Mayores.
Integrando ahora mismo el bullpen de los Toros del Este en la República Dominicana, el excerrador de los Mets habla claro sobre sus errores del pasado. No obstante, su preferencia es enfocarse en un futuro que él espera sea marcado por la reivindicación.
“Eso es penoso, vergonzoso”, dijo Mejía sobre el tema de las sustancias prohibidas en el béisbol. “A veces uno tiene que echar para atrás y rehacer su vida. Hay que decir la verdad: Uno se siente mal, pero Dios sabe por qué hace sus cosas. Es una lección que aprendí”.
Desde que fue levantada su suspensión hace unos dos años y medio, Mejía ha tenido múltiples participaciones en el béisbol profesional. Fue invitado a los entrenamientos del equipo grande de los Medias Rojas en la primavera del 2019. Tras no hacer el equipo grande, tuvo efectividad de 6.02 entre tres niveles de liga menor de dicha organización, mientras lidiaba con algunas molestias físicas. Pese a dicho promedio de carreras limpias, Mejía tuvo 58 ponches en un total de 55.1 entradas lanzadas.
Sin contrato con un club de Grandes Ligas para el 2020, Mejía firmó con Algodoneros de Unión Laguna de la Liga Mexicana de Béisbol, cuya temporada fue cancelada debido a la pandemia del COVID-19. Ahora, de regreso con los Toros, el diestro afirma que se mantuvo en buena forma durante el verano en su casa en Santo Domingo y que está tirando a toda capacidad en el circuito invernal de su país.
En dos presentaciones de la presente campaña con el equipo de La Romana, Mejía ha lanzado 4.0 ceros, con un hit permitido, tres ponches y una base por bolas otorgada.
“Me he mantenido haciendo mi trabajo aquí en Dominicana con los Toros”, dijo el veterano. “Mi recta está igual como antes, en 92, 93, a veces hasta 94 (para acompañar sus pitcheos secundarios). Gracias a Dios, me he mantenido tirando strikes, que ahora mismo es lo más importante. Me he enfocado en mantenerme en la zona”.
Pese a los tantos altibajos en su carrera, que incluyen una cirugía Tommy John en el 2011, una temporada revelación en el 2014 como taponero de los Mets y luego las suspensiones por sustancias prohibidas, Mejía apenas cumplió los 31 años de edad el mes pasado. El quisqueyano cree que le queda bastante en el tanque.
“Creo que ésa es la ventaja”, expresó Mejía al tocar el tema de su relativa juventud. “Otra cosa ventajosa es que todavía puedo demostrar--y así pueden verlo los scouts, puede verlo todo el mundo—los mismos pitcheos, consistentes. No he perdido mi físico, ni mis pitcheos. Estoy feliz con la oportunidad que me han dado aquí los Toros. Mostré que todavía tengo calidad para lanzar en Grandes Ligas. Lo que tengo son 31 años. Yo pienso que todavía tengo un buen chance de volver a Grandes Ligas, si así Dios lo permite”.
Por supuesto, el punto luminoso en la trayectoria de Mejía fue aquel 2014, cuando el derecho empezó la campaña como abridor pero luego se estableció como cerrador del club. Ese año, salvó 28 juegos en 31 oportunidades.
Mejía no lanza en un partido de las Mayores desde el 2015, justo antes de su primera prueba positiva por sustancias prohibidas. Desde entonces, ha tirado con los Tigres del Licey y los Toros en R.D., además de los Navegantes del Magallanes, la sucursal de los Mets en la Dominican Summer League y en el sistema de los Medias Rojas.
Para Mejía, los recuerdos del 2014 sirven de inspiración.
“Me da mucha motivación”, dijo al respecto. “A veces veo los videos y lo que me llega en mente es que yo voy a volver a estar ahí. Le pido a Dios volver ahí, para demostrarle a Él y la gente que aunque uno cometa un error, existe una segunda oportunidad. Me estoy preparando, trabajando fuerte, para mostrarle al mundo del béisbol que yo sí tengo cualidades y que yo sí puedo hacer mi trabajo para volver a estar donde estuve en el 2014.
“No me juzguen por el pasado. Ya lo que pasó, pasó. Ando buscando una oportunidad. Quien me dé la oportunidad no se va a arrepentir, porque ya yo pasé lo que pasé. Ya yo cumplí. Ya yo pagué por lo que hice”.
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